Gutíérrez descubre los paises bajos

Que pasa chavalada!

Os estareis preguntando que ha pasado conmigo... no? Bueno, me da igual, os lo voy a contar de todas maneras. Vayamos por partes:

1) El viaje: pues standard, lo de siempre, en tres etapas Alcalá-Badalona, Badalona-Francia, Francia-Bruselas. El plan ha sido bastante relajado, sin prisa pero sin pausa. En total el toro y yo hemos hecho 2100 kilometros en los que hemos gastado 120 euros de gasolina, 3 botellas de agua y una docena de croquetas de mi madre.
En Barcelona ví a Juan, que trabajaba conmigo en Glasgow, y mi primo Paco, con los que disfrute una ración de chocos (patas de sepia), manjar muy celebrado por esas tierras.
En Francia, después de subir paralelo a la costa hasta casi Montpellier, llegue hasta cerca de Clermont-Ferrand por la autovía del macizo central, en la que curiosamente no hay que pagar. Recuerde el lector que las autoroutes de la France son de pagar, y bien. En Clermont Ferrand me acomode en el asiento trasero de mi coche, donde dormí placidamente.
Y de Clermont-Ferrand a Bruselas. Paré en Vichy, palabra que me viene a la memoria junto a la de "Petain" y "Gobierno provisional", así que surge en mi la idea que en Vichy el general Petain formó un gobierno provisional tras la invasión alemana de Francia en 1940. Idea a la que le doy validez aunque puede que no sea así. En fín Vichy me pareció acogedora, sin más. Después carretera y manta hasta Vesoul. Y de ahí otra autovia sin peaje hasta Bruselas, pasando por Nancy (dónde fabrican las muñecas), Metz y Luxemburgo (aparentemente la ciudad más aburrida del mundo)

2) Bruselas: Nada más llegar, en torno a las diez, resulta que en la plaza de al lado de donde vive mi amiga hay DJ´s para celebras el día sin coches (¿?), así que donde fueres haz lo que vieres. Chimay y electropop, cocktel de dioses.

3) La entrevista de trabajo: A la mañana siguiente, ayer, fuí a Eindhoven, donde tenía entrevista de trabajo. Me reciben sonrientes a pesar de llegar media hora tarde. La entrevista me sale bien, pero sin lujos. Sorprendentemente me dicen en el acto que me quieren contratar. ¿Lo habré hecho tan bien o sencillamente están desesperados por contratar a alguien?, eligo la segunda opción. Cómo no voy muy allá de dinero, aceptó el trabajo, así que el lunes que viene a las 9:30 empiezo a trabajar en Eindhoven.

Mañana iré a buscar piso, cuando tenga dirección os la digo; según me dicen a la gente que vive en Holanda le salen amigos hasta de debajo de las piedras y nunca les faltan visitas. En el fondo me da un poco de pena no vivir en Bruselas, aquí me siento bastante comodo; de hecho ya me habían buscado habitación y equipo de fútbol, ideas que terminaran en el olvido como amor adolescente.

En fín gambiteros que proximamente más. Un beso a todos.